Durante años tuve un secretario árabe, era ademas mi buen amigo y me había escogido para que formara parte de su vida porque se enteró que yo era huérfano y según el Corán yo era una persona marcada para que alguien evolucione apoyándome. Cada día cuando ibamos juntos por las calles de BCN, él se paraba cada vez que pasaba algún niño menor de cuatro años. El Corán dice que los menores de esa edad son ángeles. Y él se detenía extasiado a contemplarlos y dar gracias a dios por poder contemplar tamaña maravilla. Luego me alcanzaba a la carrera y me decía "hoy tendremos un día maravilloso,como tu dices Héctor".
Héctor D'Alessandro
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