Es difícil encontrar libros de cuentos en México cuyo contenido sea interesante, ya ni se diga magnífico. En algunos casos sí que lo son: algunos cuentos de Enrique Padilla, una obra de Samantha Schweblin, algunos relatos de Oliveiro Coelho o un libro de un uruguayo de nombre Héctor D’Alessandro.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
Su escritura es ágil y su narrativa, potente.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
El lector se encuentra con una narración ágil y un uso de temas poco frecuentes, que a veces rayan lo fantástico. Muchos de ellos lo son; otros más bien son de corte realista. Lo que no se pierde es una melodía que antecede a la sonrisa, a la carcajada velada. Algo tiene de humorista D’Alessandro. Su escritura es ágil y su narrativa, potente. Hay cuentos con tópicos algo manidos, pero que aun así se disfrutan. Tal es el caso de “La realidad de las dos ciudades”, homenaje a Borges y a su nacionalidad, o “Viaje en tren”, con un encuentro fortuito que sabe a futuro.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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Es difícil encontrar libros de cuentos en México cuyo contenido sea interesante, ya ni se diga magnífico. Ahora bien, la literatura, afortunada o desafortunadamente, sigue ampliándose, creciendo, y brotan de un lado y de otro obras cuentísticas supuestamente propositivas. En algunos casos sí que lo son: algunos cuentos de Enrique Padilla, una obra de Samantha Schweblin, algunos relatos de Oliveiro Coelho o un libro de un uruguayo de nombre Héctor D’Alessandro.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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Un cuentario de un autor uruguayo con un sentido humorístico agradable y un oficio que se agradece.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras".
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Las narraciones aquí son tan variadas que, más que aventuras, son tremendas experiencias oníricas, físicas, orgánicas y, a veces, profundas.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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Las fortalezas de D’Alessandro se sienten en varios de sus relatos, aunque el registro sea distinto. Por ejemplo, en “El cucaracho” se lee otro “homenaje” a un autor sublime: el bohemio Kafka. Sin embargo, el elemento fantástico irrumpe acompañado por el humorismo que una situación tan absurda acarrea. No el absurdo de Kafka, sino el que era capaz de captar Jorge Ibargüengoitia, aunque no se hable de historia ni de incongruencias nacionales.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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“La noche de la cena del reparto de la herencia”, con un título tan atroz, pero que sirve a los propósitos, el uruguayo radicado en Barcelona dicta un cuento con elementos escabrosos, tétricos y asquerosos, pues narra lo que tienen que pasar los hijos de una madre muerta, cuyo testamento indica que deben comerla (en guisos exquisitos) antes de disfrutar de su jugosa herencia. Bien podría tener una influencia del Lovecraft más macabro: el de “Los amados muertos”.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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La cuentística de Héctor D’Alessandro está muy bien trabajada, y varios de los cuentos contenidos en El cucaracho y otras aventuras son refrescantes y hacen gala de una prosa ágil y serena.
Gerardo Lima en "Letrarte" sobre "El Cucaracho y otras aventuras"
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