En algún momento sabrías que el adjetivo orbita alrededor del sustantivo en una serie progresiva con variantes de
Sabias que, lo quieras o no, el adjetivo vuelve a orbitar al sustantivo con una recurrencia matemática exacta.
El éxito, entonces, es cosa de un momento (momento de órbita) que nada tiene que ver con todo eso de ahí fuera.
El adjetivo nada tiene que ver con el show ni con el tell; de hecho ese mundo tan show de los cien años de soledad es un mundo muy tell. Cuenta si no: los dos adjetivos más recurrentes con que García nos presenta su mundo son: asombroso y sorprendente. Luego van y le llaman mágico. García trabajó en publicidad.
Todo esto está convertido en estadísticas, en números, en recurrencias orbitales y además en sistemas de aplicación inmediata para reacondicionar tus textos. Este era uno de mis objetivos y lo estoy cumpliendo.
¿Sabías que la recurrencia de apariciones de Madame Bovary se parece al número orbital del protón del hidrógeno en su giro en torno al neutrón?
¿Sabías que desde este punto de vista de aprendizaje sistémico de la escritura llamada creativa “Rayuela” es uno de los libros más fáciles de escribir? Y que esto es así justamente porque Cortázar se basó en un sistema que ahora está discernido.
¿Sabías que la prosa de Mark Twain y sus recurrencia adjetival es la más parecida al latido del corazón humano?
¿Te han hablado ya del árbol de frases adverbiales y preguntas conceptuales que vertebra “Danubio” de Claudio Magris?
¿Que en una larga gradación que parece acabar en las comparaciones, sólo luego de estas, viene o aparece el “pensamiento” de la novela y que este es no sólo detectable sino mensurable?
Aún puedes saber más, ponte en contacto con Héctor D’Alessandro. (dalessandrosala@yahoo.es) Sesiones inolvidables. Tráete tu texto. Héctor está trabajando en su arte de modo constante e implacable y con sinceridad trabajará en el tuyo.
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